domingo, 25 de noviembre de 2018

CAUSAS Y AZARES DE YUNIER GÓMEZ TORRES


Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía. 
                                                                                                                                        Silvio Rodríguez 




Hace algunos días mis padres, desde Cuba, me contaron que en mi pueblo natal se acaba de detectar una cadena de SIDA con cuarenta y dos casos verificados hasta el momento. La noticia me dejó desconcertado, pensé en tantas personas conocidas, en amigos que crecieron a mi lado, en otros amigos, más jóvenes que yo… y me dijeron mis padres: hay muchos homosexuales involucrados, recuerda que siempre son ellos los más vulnerables a contagiarse. Pensé entonces en dos películas imprescindibles: Philadelphia (Jonathan Demme, 1993) y The Cure (Peter Horton, 1995). El protagonista de la primera, magistralmente interpretado por Tom Hanks, es un joven abogado, homosexual, contagiado con el VIH. El protagonista de la segunda es un niño que contrae el virus a causa de una transfusión sanguínea que no fue controlada.  Y pensé en una de las más recientes obras de mi amigo, el artista de la plástica Yunier Gómez Torres, titulada “Causas y azares”. E inevitablemente pensé en Julio Cortázar, y su teoría sobre la casualidad y la causalidad. 

Causas y azares es el título de una canción de Silvio Rodríguez:
Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.

Y este Pedro de la canción de Silvio pudiera ser uno de los “casos verificados” de mi pueblo natal. O bien pudiera ser uno de los personajes en la obra de Yunier.
Los inquisidores buscarán un culpable. Los escépticos culparán a Dios. Los cristianos alegarán que es causa del pecado. En cambio Yunier, como Silvio, nos convoca a pensar en que no siempre han de buscarse causas y culpables; en que hay también un espacio en que el azar teje sus redes y nos atrapa a todos: al abogado o al niño; al hijo del inquisidor o al sobrino del escéptico; a la madre del cristiano.
Causas y azares, de Yunier Gómez Torres, es también un canto a la vida. Y a la muerte. Un canto a la tolerancia. Y un llamado de atención a los escépticos e inquisidores, a los practicantes de cualquier religión o doctrina política. A todos nosotros, los vulnerables. Pues las causas (nos) andan cercando / cotidianas, invisibles. / Y el azar se (nos) viene enredando / poderoso, invencible.

                                                                                                                        Carlos Ramos Gutiérrez